divendres, 29 de novembre del 2013

La Zarzamora

Carlos Gardel murió de accidente de avión el año que nacio mi madre (el 44), habiendo grabado más de 500 canciones. Desde entonces se han grabado miles (¿millones?) de ellas, el tema principal de las cuales suele ser el amor, el desamor, la alegria, la pena, la lealtad, la traición... y poco más. Le preguntaron a una cantante de country americana, ya entrada en años, por què el tema de todas sus canciones era siempre el mismo: el amor. A lo que ella respondio resuelta: "no se puede cantar una canción a un plato de espaguetis". Lo que queda claro es que el tema no se escoge al azar, si no no tendríamos esa sensación de que la pasta en general está seriamente discriminada en el mundo de la lírica.
Ante el aluvión de mensajes musicales, concentrados en determinados temas, que inciden subliminalmente en cada uno de nosotros día tras dia, no sería de extrañar que nuestras personalidades y nuestras emociones se vieran más afectadas de lo que desearíamos. De esta manera en nuestro lenguaje cotidiano utilizamos, sin darnos cuenta, expresiones que fueron concevidas muchas veces unicamente para adornar una canción, y que si nos paramos un segundo a analizarlas nos damos cuenta de que no tienen más sentido que el de enlace (link) con la sensación agradable, o no, que nos pueda producir la canción a la cual pertenece; y a veces ni siquiera esto, sino que forma parte de la basurilla que va quedando entre nuestras neuronas, y que de tanto en tanto, caprichosamente, sale por nuestra boca.
Así, ayer mientras chateaba frenéticamente, saltó de mi boca , como una salpicadura de saliva que fue a parar sobre el teclado de mi Vaio, la frase en catalàn :"plora que plora pels racons" (traduc: llora que llora por los rincones). Inmediatamente mi reacción fue pensar: "¿esto què es?" --que seguramente tambien es el residuo de algun tema, pero no entraremos en ese bucle.  Aquella frase, del tema de la Zarzamora (canción que popularizara Lola Flores) no encajaba en el contexto ni con calzador. Pero entonces comence a reflexionar (de eso trata principalmente este bloc) si existiría o pudiera llegar a existir un contexto donde utilizar la dichosa (¿bonita?) frase "llora que llora por los rincones" con cierta propiedad. Porque uno puede llorar en un rincón, de manera retraida, escondido o protegido ante el mundo. Pero lo de ir llorando por los rincones no pude sino ubicarlo dentro de un futuro inmediato, un futuro globalizado, donde las relaciones humanas serán cada vez más complejas, donde el capitalismo, que cada dia habrà que ir reinventando --como muy bien dijo Sarkozy, pretendiendo dar a entender que no hay otra alternativa económica-- de manera que habrá que dotar de "valor añadido" a nuestro trabajo; un futuro que no se entendería, porque no podría existir, sin la creación de  nuevas necesidades y, porque no, hasta de nuevas emociones y nuevos sentimientos.
He aquí la conversación entre dos mujeres, en ese futuro immediato. Futuro donde la frase pronunciada por la visionaria Faraona tendría todo su sentido.

-Hola bon dia, ¿Sí?
-Buenos días soy Juana Peña.
-Juana Peña, de la agencia...
-La Zarzamora, "la Zarzamora ahora me llora"- dijo canturreando el eslogan
-Pase pase... Fue con usted con quien hablé por telefono?
-Sí, sí... Todo està bastante claro. Són 7 estancias por 4 ángulos. Àngulo arriba, àngulo abajo. Redondeamos a 30 ángulos, és tarifa plana.
-¿Ángulos?
-Sí... Los rincones... técnicamente... ¿le habían llorado a usted en casa, anteriormente?
-Bueno... Yo a veces, el niño sí, y mi marido una v...
-No, no... profesionalmente, quiero decir.
-No, eso no... Nos habían hablado mucho pero nunca nos habíamos decidido-dijo acabando la frase con una sonrisa de suficiencia.
-Bueno, pues ya verà que esto es muy sencillo...
-Pero..¿ Serà usted la que llorarà?
-Si, si, yo lo hago todo, es un servicio integral- dijo riendo con voz de falsete.
-Bueno pues le explico... Mire este es el comedor, aqui no hace falta que me pierda el tiempo mucho, aquí un pasavolante, sabe, me llora en los cuatro rincones, pero vamos...cuatro sollozos, pero rapiditos, sin làgrimas- la señora hablaba con mucha propiedad, lo que delataba su falta de recursos; me hace esto... me hace lo otro... me...me...
-Bueno...El llanto casi siempre es seco. El llanto humedo està más indicado para los aseos, el baño...
-Ah, pues no lo sabía...
-Lógico si es la primera vez que le lloran-- de nuevo la risa de falsete.
-Bueno...bueno -dijo con desconfianza-- Mi cuarto tiene cinco rincones, como tiene un pasillo... Pero habia pensado que este lloro de más que me lo cambiara por un lloro del baño. Así tambien mejor para usted, no tiene que subirse en la bañera...
-Sí. No hay problema...
-Luego está el cuarto del niño... Aquí si que quiero que me haga un buen berrinche ¿eh?, con pataleta... Como verà le he retirado el armario y la alfombra.
-¿Quiere usted que me tire del pelo? Luego ya lo recojo yo...
-Ah... ¿Del pelo?..Pues sí...No sabía...
-Sí, se pide mucho. Es pelo falso claro...
-¡Ah, vaya!- dijo mostrando abiertamente su decepción.
-Bueno... Y por último la cocina. Aquí aparte de los cuatro rincones quiero tambien que me llore los fogones...
-No, no... Eso si que no entra... La gente lo suele pedir mucho pero esto nosotros no lo tocamos. No lo podemos tocar todo... Quien mucho abarca poco aprieta.
-Pero haga usted el favor, que le cuesta, si mire lo limpitos que están, si es que estàn pidiendo llanto...Si es que lo estàn pidiendo...Ande y llóremelos un poco...
-No, aqui no transigimos....A ver el horno... ¿Es de gas?
-No se, es pirolítico de esos...
-Bien pues le puedo hacer un arreglillo... Mire... Meto la cabeza en el horno y le hago un par de pucheros...





Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada